Abrigo de chinchilla
El marido le regaló a su mujer un abrigo de piel de chinchilla. A ella
le gustó mucho la prenda y exclamó:
- ¿Cómo un abrigo tan hermoso puede venir de un animal tan
insignificante?
- Oye, si no me lo agradeces por lo menos tenme algo de respeto.
(anónimo)