Antojo final
Un pobre hombre enfermo está acostado en su cama, agonizando. De pronto
comienza a sentir un aroma maravilloso y se da cuenta que es el olor
de su comida favorita: los tamales que su mujer prepara. Entonces hace
un esfuerzo sobrehumano... baja las escaleras.... empieza a ver el
vapor que viene desde la cocina... llega hasta la mesa de madera y
toma uno... viendo que sus esfuerzos habían valido la pena..., pero de
repente siente un golpazo en la cabeza y alcanza a ver a su mujer con
un cucharón de fierro en la mano, diciéndole:
- ¡Ni se te ocurra pendejo! Son para el funeral.
(anónimo)