Asiento trasero
Un muchacho salió a pasear en el día de San Valentín con una rubia.
Después de ir al cine y a cenar, fueron a la carretera y se quedaron
en un mirador donde empezaron a tomarse de las manos y a acariciarse.
Como vio que el inicio fue bueno, el muchacho pensó que si se esmeraba
podría tener más suerte, así que le preguntó:
- ¿Quieres pasarte al asiento de atrás?
- ¡No! - respondió categórica.
El muchacho pensó que quizá había apresurado las cosas y que la rubia
todavía no estaba lista. Siguió acariciándola y poco a poco comenzó a
quitarle la blusa y la falda. Los vidrios comenzaron a empañarse y las
cosas se estaban poniendo muy bien, entonces el muchacho volvió a
preguntar:
- ¿Quieres pasarte al asiento de atrás?
- ¡NO! - volvió a decir con la misma seguridad.
El muchacho continuó acariciándola, ambos ya estaban sudorosos, él le
quitó el sostén y ella le desabrochó los pantalones. El muchacho pensó
que ése era el momento adecuado:
- ¿Quieres pasarte al asiento trasero?
- ¡NO!
Ya frustrado, increpó:
- ¡Bueno! ¿Y por qué no?
- ¡Porque me quiero quedar aquí adelante contigo!
(anónimo)