Un Ave María
Una solterona se entera que una conocida suya había quedado embarazada
sólo con haber rezado un Ave María en la iglesia del pueblo.
Unos días después decide ir a esa iglesia, con el deseo de quedar
encinta al igual que su amiga:
- Buenos días padre.
- Buenos días hija, ¿En qué puedo ayudarte?
- Fíjese padre que me enteré que una amiga vino aquí y quedó
embarazada con sólo rezar un Ave María.
- No hija, no fue así. Fue con un padre nuestro, pero ya corrimos al
cabrón.
(anónimo)