Botas vaqueras
Un vaquero se compró unas botas de reluciente piel blanca charolada.
Se las puso para ir al baile del sábado en la noche, y sacó a bailar a
una muchacha. A la mitad de la danza le dice:
- Te apuesto a que puedo adivinar el color de tu pantaletita.
- ¿De veras? -responde ella, divertida-. A ver: ¿de qué color la
traigo?
- Azul -dice el vaquero sin dudar.
- Es cierto -reconoce con asombro la muchacha-. ¿Cómo supiste?
- Por el reflejo de la prenda en mis botas de reluciente piel blanca
charolada.
- ¿Ah, sí? -lo reta ella-. A ver: saca a bailar a mi amiga y adivina
de qué color trae su pantaletita.
El vaquero invita a bailar a la otra chica. Al final de la danza dice,
confundido:
- No pude adivinar de qué color trae la pantaletita.
Le dice la primera, riendo:
- Es que mi amiga nunca usa pantaletita.
- ¡Alabado sea el Señor! ¡Ya estaba yo pensando que mis botas de
reluciente piel blanca charolada se habían agujereado!
(anónimo)