UN BUEN VECINO
Llega un tipo a la casa, apurado porque venía transpirado y quería
bañarse, y se encuentra con que su mujer se estaba bañando. La apura
y ésta sale envuelta en el toallón. En ese momento suena el timbre. La
esposa va a atender y se encuentra con el vecino que, viéndola así, le
dice:
- Ana, estás bárbara, nunca te había prestado atención. La verdad que
estás hermosa... si me mostrás tus pechos te doy doscientos pesos.
La mujer lo piensa un poco, mira hacia dentro, observa que su marido
continúa bañándose, se baja la toalla y muestra sus atributos.
El tipo mete la mano en el bolsillo y saca doscientos pesos, se los
da y le dice:
- Si te abres la toalla y me muestras todo te doy otros doscientos.
La mujer que ya había comprobado que le daba el dinero y que no tenía
nada que perder, vuelve a comprobar que su marido sigue en el baño y
se abre la toalla totalmente.
El tipo le da el dinero y le dice:
- La verdad es que me gustás mucho y estás rebien conservada, me
encantás... Chau.
Y se va.
La mujer se mete en la casa. Un momento después sale el marido del
baño y le pregunta quién era.
- Era Ricardo el vecino - le contesta.
- Ah, que bueno. ¿Y me trajo los cuatrocientos pesos que me tenía que
devolver?
(anónimo)