LA CAZA DEL ALCE
Estaban cinco mexicanos preparados para la caza del alce, pero
tuvieron que contratar a un francés para que les indicara como cazar
dicho animal.
El francés dice: "Segñogres yo soy Francsuá y mi compañegro es Piegr.
Piegr tocagrá un cuegno que emite el sonigdo del alce hembgra. Esto
hagrá que el alce macho salgra cogn sus instintogs segsuales a buscgar
a la hembrga. Cuando salgra ustedgres dispagan, entendiegron". Y los
mexicanos contestan emocionados: "Sí, sí."
El francés dice: "Piegr, toca el cuegno." Pier toma el cuerno y lo
hace sonar: "¡¡¡Mmmmmmmmmuuuuuuuuuuuuuuhhhhhhhh!!!". El alce sale
rápidamente a buscar a la hembra y lo mexicanos disparan pero fallan.
El francés dice: "Señoges, pog favogr háganme caso, cuando Piegr suene
el cuegno, el alce salgrá con sus instintos segsuales a buscagr a la
hembgra y entoncegs usteges dispagan, ¿entendiegon?". Y los mexicanos
dicen: "Sí, sí, pendejo."
Dice el francés: "Piegr, suena el cuegno." Entonces Pier hace sonar el
cuerno: "¡¡Mmmmuuuuhhhh!!". El alce sale rápidamente y los mexicanos
disparan, pero fallan de nuevo.
Entonces el francés dice enojado: "¡¡Con una chingaga, señoges!!
¡¡Entiendagn por favogr!! Cuando Piegr suegne el cuegno el alse sale
hechog madreg con sus instintogs sexuales a buscagr a la hembrga y
ustedes dispagan, ¿entendiegon?" Y los mexicanos dicen: "Sí, sí,
pendejo. OK..."
Y dice el francés: "Pues que sea la última vegz que se los digo porque
ya van dos vecegs que el alce se coge a Piegr."
(anónimo)