Chino serrano
Un maestro rural, luego de muchos meses trabajando en la sierra,
manifiesta su inquietud al presidente municipal del remoto poblado:
- Mire señor presidente, no hay mujeres solteras en el pueblo y yo
francamente debo atender mi necesidad de satisfacción sexual.
A lo que responde con un tono compasivo el alcalde:
- Verá usted profesor, efectivamente no hay mujeres solas y prohibimos
estrictamente los prostíbulos. Pudiera usted tener sexo, pero hay
sólo una persona que puede darle a usted satisfacción, pero lamento
decirle es un hombre.
- ¿Un hombre? ¡¿Cómo?! -inquirió el profesor.
- Así como le digo, profesor, ¿Lo toma o lo deja?
Luego de cavilar seriamente la posibilidad dice:
- Acepto.
- Muy bien, pero debo agregar que se trata de un chino.
- La raza oriental no es la más atractiva para mí, pero acepto de
todos modos.
Continuó el alcalde:
- No es un servicio gratuito y cuesta $500 pesos.
- Sí, sí, está bien, entiendo y acepto de todos modos ¿Es feo el
chino? ¿Dónde está?
- Debo agregar también, que hay una cuota extra de $1,500 pesos.
- ¿Por concepto de qué? -pregunta sorprendido el profesor.
- Es lo que nos cobran esos tres jornaleros por alcanzar y detener al
chino.
(anónimo)