Cliente Norteño
Estaba un tipo de Sonora muy mal hablado sentado en un restaurante muy
lujoso. En eso, se le acerca un mesero para pedirle su orden:
- ¿Qué va a ordenar el señor?
- Pos traime una sopa de cebolla.
- Cómo no señor, enseguida se la traigo.
Pasa un poco de tiempo, y al cabo de diez minutos llega el mesero con la
orden pedida.
- Aqui tiene caballero, buen provecho.
- Gracias, pues'n.
No pasaron ni quince segundos cuando el cliente enfurecido dice:
- Óyeme cabrón mesero, ven para aca hijuetu...
- Dígame señor, ¿qué pasa?
- Prueba esta pinche sopa que me trajiste.
- Pero, ¿qué le pasa a la sopa, está fría?, puedo ordenar que se la
calienten...
- No, no, no, qué calentar ni madres. Quiero que pruebes esta pinche
sopa, méndigo desconsiderado.
- Pero señor, ¿tiene un pelo? ¿o acaso hay una mosca?
- Cabrón, cómo serás pendejo, además como adivino vales pa' pura
chingada, ¡háblale al pinche gerente!
El mesero va todo consternado a hablarle al gerente, y este llega a
hablar con el cliente.
- Dígame señor, ¿en qué puedo servirle?
- Pruebe esta pinche sopa.
- Pero... ¿no está buena? ¿tiene mal sazón?
- ¡Útala..! Otro pinche adivino. ¡Nomás quiero que la pruebes, güey!
- Señor, si no le agradó la sopa no tiene que pagarla. Es más, como en
este restaurante lo primordial es servir al cliente, va una botella
de nuestro mejor champagne para usted, y esto totalmente gratis.
- ¿Me vio cara de alcohólico o qué chingaos? ¡Yo lo que quiero es que
usted pruebe esta pinche sopa!
El gerente totalmente irritado por la forma tan grosera en que el
cliente se dirigía a él le dice:
- Ultimadamente, hijo de tu pinche madre, ¡pos la voy a probar...!
¿Dónde está la pinche cuchara?
- ¡Ahí está el pedo güey...! No me trajeron la puta cuchara.
(anónimo)