Despedida
Un padre entra a la habitación de su hija y encuentra una carta sobre
la cama. Con la peor premonición la lee mientras le tiemblan las
manos:
Queridos papá y mamá:
Con gran pena y dolor les cuento que me he escapado con mi novio. He
encontrado el verdadero amor y es fantástico. Me encantan sus
piercings, cicatrices, tatuajes y, sobre todo, su moto.
La otra noticia es que estoy embarazada, pero no se preocupen porque
Jonathan dijo que seremos muy felices en su pueblo. Quiere tener
muchos más niños conmigo y yo también.
Últimamente me he dado cuenta que la marihuana no le hace daño a
nadie, por eso la vamos a cultivar para nosotros y nuestros amigos.
Ellos nos darán a cambio coca y la pasta base que queremos.
Mientras tanto vamos a rezar para que la ciencia encuentre una cura
para el SIDA, que pueda mejorar a Jonathan. Se lo merece.
Por la plata no se preocupen. Wilson, su primo, nos va a dejar
participar en las películas porno que sus amigos Jhon Jairo y Chovengo
ruedan en su sótano. Según me dijeron puedo ganar hasta $5,000 por
filmación, $5,000 más si hay más de tres hombres en la escena y otros
$5,000 si participa un caballo.
No te preocupes mamá. Ya tengo 15 años y sé cómo cuidarme sola. Algún
día los visitaré para que puedan conocer a sus nietos.
Con cariño.
Su querida hija,
P.D.: ¡Mentira papi! Estoy en la casa de la vecina. ¡Era sólo para
mostrarte que hay cosas mucho peores que mis calificaciones que te
adjunto a la presente.
Besitos
(anónimo)