ODA A LA DONACIÓN DE ÓRGANOS
Yo me propongo al morir,
ciertos órganos donar,
y que enfermos sin porvenir,
puedan sus vidas salvar.
Que mis ojos sigan viendo,
la belleza de la aurora,
y así seguiré viviendo,
cuando me llegue la hora.
Si necesitan riñones,
tengo un par en buen estado,
y dos potentes pulmones,
porque yo nunca he fumado.
Mi corazón donaré,
y que otro siga viviendo,
yo, por lo mucho que amé,
quiero que siga latiendo.
Para un necesitado,
mi verga será donada,
que la use sin cuidado,
que ya está acostumbrada.
Que la ponga a fornicar,
y ningún polvo rehuse,
ella no se va a gastar,
aunque se le lave y use.
Me reservo lengua y boca,
porque soy conservador,
será triste si le toca,
a algún viejo mamador.
Y no las voy a donar,
pues no se qué sentiría,
si alguien se pone a mamar,
con la lengua y boca mía.
El culo ni mencionarlo,
pues corre un riesgo mayor,
no me propongo donarlo,
pensarlo me da terror.
Que pasa si un cirujano,
con una traviesa intención,
decide transplantar mi ano,
a un paciente maricón.
Esto es un hecho cierto,
lo digo sin vanidad,
que triste ya estando muerto,
¡perder la virginidad!
El panorama me aterra,
lo digo sin disimulo,
tanto cuidarlo en la tierra,
¡y ya muerto regalar el culo!
(anónimo)