Dos aspirinas
Este era un tipo que se fue a tomar con los amigos. Después de varias
cheves acompañadas con el viagra de los jodidos (cacahuates, habas,
garbanzos, similares y conexos) comienza a sentirse algo amoroso y
decide volver al hogar con su mujercita.
Al llegar la encuentra profundamente dormida en la cama matrimonial y
con la boca abierta, por lo que decide buscar dos aspirinas y
metérselas en la boca.
Ella se ahoga levemente, se asusta, tose y cuando se recobra, le
pregunta:
- ¿Pues qué traes, cabrón? ¿Qué me pusiste en la boca?
- Dos aspirinas.
- ¿Y por qué?, ¡si no me duele la cabeza!
- Ande, cabrona... ¡eso es lo que quería oír!
(anónimo)