Francesita
Un hombre que siempre molestaba a su mujer, pasó un día por la casa de
unos amigos para que lo acompañaran al aeropuerto a dejar a su esposa
que viajaba a París.
A la salida de inmigración, frente a todo el mundo, él le desea buen
viaje y en tono burlón le grita:
- ¡Amor, no te olvides de traerme una hermosa francesita! ¡Ja, ja, ja!
Ella bajó la cabeza y se embarcó muy molesta.
La mujer pasó varios días en Francia.
El marido otra vez pidió a sus amigos que lo acompañasen al aeropuerto
a recibirla.
Al verla llegar, lo primero que le grita a toda voz
- Y amor ¿me trajiste mi francesita?
- Hice todo lo posible, -contesta ella- ahora sólo tenemos que rezar
para que nazca niña.
(anónimo)