Gallego conocido
Pasa un gallego delante de un escaparate y se ve reflejado en el
vidrio. Se pasa todo el día pensando "¿De dónde conozco yo a ese tío
que estaba en el escaparate? ¿De qué lo conozco...?". Por la noche
cuando está acostado sigue dándole vueltas en la cabeza y al fin cae y
exclama: "¡Ya lo sé! ¡Es el que se corta el pelo delante de mí en la
peluquería!"
(anónimo)