Hasta las nalgas
Se encuentran dos amigos después de años de no verse y pues
lógicamente les da un gustazo enorme y comienzan a recordar tiempos
pasados:
- Oye Ernesto, ¿y te acuerdas de aquella muchacha preciosa que estaba
con nosotros en la prepa?
- ¿Cuál de todas?
- Aquella muchacha que se llamaba Lupita. Chaparrita, con muy buen
cuerpo, con un pelo negrísimo, que tenía unos ojazos negros,
grandotes... que por cierto me daba de su lunch, de su refresco, y
me daba hasta las nalgas en la prepa, ¡acuérdate!
- Mmmm, pues ahora ella es mi esposa...
- Bueno, en la prepa me daba hasta las nalgas, pero ahora ya me ha de
dar como por el hombro... ¿me imagino que ya creció, no...?
(anónimo)