Hermoso cuento
Había una vez un hermoso y apuesto príncipe, que le preguntó a la
bella princesa:
- Mamacita, ¿te quieres casar conmigo?
Y ella le respondió tajantemente:
- ¡No, cabrón!
Y el príncipe vivió feliz por muchos años yendo a pescar, a cazar y al
bar todos los días con sus amigos y tomaba mucha cerveza, vino y de
todo, se ponía hasta las manitas de copas y de todo cuantas veces
quería. Jugaba golf y comía caviar porque le alcanzaba la lana para
eso y mucho más. Dejaba la ropa tirada en la silla del comedor y salía
con mujeres de la noche, vecinas, amigas y la que se le pusiera a
modo. No tenía que competir con vecinos y amigos por el mejor coche,
el mejor lugar de vacaciones, etc. Y se tiraba unos pedos a diestra y
siniestra, meaba salpicando la tapa del baño con la puerta abierta y
encuerado, cagaba leyendo sin límite de tiempo y cantaba eructando y
se rascaba los huevos a gusto, viendo fútbol, peleas y pornos todo el
fin de semana... y nadie lo estaba chingue y chingue y chingue como
sólo una mujer sabe chingar y chingar y chingar... ¡y pedir lana!
FIN
¿A poco no es hermoso?
Hay cabrón... casi lloro de emoción.
(anónimo)