Hoyo en la cabeza
Un día, frotándose la cabeza, Pepito siente un hoyo en medio del
cráneo y va y le pregunta a su mamá:
- Mamá, ¿por qué tengo este hoyo en la cabeza?
- Pues lo tienes desde que naciste, hijo. Lo que pasa es que cuando
ibas a nacer, a tu papá le dieron ganas de hacer el amor y, como tú
venías de cabeza, te hizo ese hoyo con su cosa.
Pepito se queda pensando y responde:
- ¡Qué suerte, mamá!
- ¿Cómo que qué suerte, pobrecito...?
- ¡Qué suerte que venía de cabeza!, porque si hubiera venido de
nalgas... ¡el cabrón nos coge a los dos!
(anónimo)