Informática confesional
Los feligreses van a quejarse con el obispo porque los confesores de
las diversas parroquias les daban diferentes penitencias para los
mismos pecados, lo que no era justo. Para solucionar el asunto, se
instalan computadores en red en los confesionarios, conectadas a una
base de datos, donde se consulta la penitencia que corresponde a cada
falta.
Llega una joven y dice:
- Me acuso, padre, de que mi novio me metió las manos bajo la blusa y
me sobó las tetitas.
- A ver, sobar las tetitas... dos padrenuestros.
- Luego, me metió la mano bajo la falda y me bajó las pantaletas.
- Bajar las pantaletas... dos avemarías.
- Después, me chupó las tetitas.
- Chupar las tetitas... cuatro padrenuestros.
- Y, entonces, me metió la puntita.
- A ver, meter la puntita...
Y la computadora da un PROGRAM ERROR y se cae el sistema. Reinicia el
sistema, se cargan Windows y el programa de penitencias. El párroco
vuelve a ingresar al programa de penitencias: meter la puntita. Y
nuevamente se cae el sistema. Colérico, el cura le dice a la joven:
- ¡Mire, vaya y que se lo meta entero, porque este sistema no maneja
fracciones!
(anónimo)