Jefe sorprendido
El canoso ejecutivo se inscribió en un club nudista, y a la primera
persona que vio ahí, tal como vino al mundo, fue a su linda
secretaria. El jefe puso cara de asombro. Ella pregunta divertida:
- ¿Qué le sucede, jefe? ¿Le sorprende verme aquí?
- No, lo que pasa es que siempre creí que se pintaba el pelo.
(anónimo)