Jornalero comilón
Aquel granjero dijo que tenía en su rancho un jornalero de apetito tan
desmesurado que podía comerse una vaca entera. Todos le apostaron a
que no. El tipo le dijo a su trabajador que tenía que comerse una res
ante sus amigos. Para dar mayor interés a la apuesta el granjero había
ordenado que la carne de la vaca se la sirvieran al hombre en
hamburguesas. Varios cientos se comió aquel tremendo gargantón. Una
quedaba solamente, pero la rechazó. Los presentes pensaron que ya no
podía comer más, que el granjero había perdido la apuesta. Pero
entonces dijo el comilón:
- Ya no más hamburguesas. Todavía debo comerme una vaca.
(anónimo)