Jugador iraquí
Un corresponsal de Televisa, al estar cubriendo la guerra en Iraq, se
entera que hay un jugador de fútbol excelente, que tiene un promedio
de tres goles por partido, por lo cual se lo comunica a un muy buen
amigo que es presidente de un club de fútbol mexicano.
El presidente del equipo, a pesar de la guerra, viaja a Bagdad y ve
que, efectivamente, Alm Yussuf es un fuera de serie y hace tres goles
en cada partido. Después de rápidas negociaciones, y por un precio muy
alto, Alm Yussuf es transferido a los Xoloescuintles de Tijuana y
viene a México.
Luego de una semana de concentración, se le incluye en el primer
equipo para jugar su primer partido oficial de gira por Guadalajara.
En ese juego, en su debut, hace tres goles, gana su equipo y se
convierte en el nuevo ídolo de los Xolos.
Siempre pensando en su familia, y para presumirles lo bien que le
había ido en el partido que acababa de jugar, Alm Yussuf llama a su
familia desde la misma concentración del equipo en Guadalajara.
Su esposa Nadim contesta el teléfono y de inmediato ella le dice:
- Por aquí todo mal. Ayer mataron al abuelo, una banda armada quiso
entrar a la casa anoche. Nuestro hijo Yassim fue golpeado en la
calle. Hace dos días quisieron violar a la nena y a mí me robaron
todo lo que tenía encima, y además no podemos dormir por los tiros,
el ruido, las sirenas y los gritos de dolor. ¡Y todo es tu culpa!
Alm Yussuf le pregunta a su mujer:
- ¿Y por qué por mi culpa? ¿Qué culpa tengo yo...?
A esto la mujer le contesta:
- ¿Y quien nos trajo a vivir a Tijuana, idiota?
(anónimo)