Juventud vs. experiencia
Un abuelo, su hijo y su nieto fueron al club a jugar su vuelta semanal
de golf. Justo cuando estaban llegando al primer tee, una joven y
espectacular rubia que llevaba su propia bolsa de palos se les acerca y
les pide si puede jugar con ellos.
Naturalmente, todos aceptaron.
Sonriendo, la rubia les agradeció y les dijo:
- Miren, yo trabajo como bailarina en un bar topless, pero me gusta
jugar al golf y me considero bastante buena jugadora, por lo que les
pido que no me aconsejen ni me digan cómo jugar mis tiros.
Con esto, lo hombres se relajaron y la invitaron a pegar primero.
Todos los ojos estaban apuntados a la rubia cuando se agachó a poner
la bola en el tee. Entonces, agarró su driver y pego 270 yardas al
medio del fairway, justo enfrente del green.
El abuelo boquiabierto dijo:
- ¡Eso fue sensacional!
La rubia guardó el driver y dijo:
- No le pegue del todo bien, salió un poquito con fade.
Después que los tres hombres pegaron sus drives, y sus segundos
tiros, la rubia agarró un hierro 8 y puso la bola a 2 metros de la
bandera (era la que estaba mas cerca). El hijo dijo:
- ¡Qué bárbaro, mujer, la jugaste perfecto!
Entonces fue y la tocó fácilmente hacia el hoyo para conseguir el
birdie.
La rubia pegó primero en el hoyo 2, la bola aterrizó a 300 yardas en
el medio del fairway.
El resto de la ronda, la escultural rubia continuó sorprendiendo a los
muchachos, silenciosa y metódicamente consiguiendo par o menos en cada
hoyo.
Cuando llegaron al green del 18 la rubia estaba 2 bajo el par y tenía
un putt de 4 metros en un green bastante ondulado para par.
Después de mirar la caída, se dio vuelta y le dijo a los tres
muchachos:
- Necesito este putt para hacer 69 y quiero romper la barrera de los
70 en este campo. Si alguno de ustedes me puede decir cómo hacer par
en este hoyo, yo lo llevaría a mi departamento, lo bañaría en
Johnnie Walker Blue Label, le cocinaría una cena espectacular y le
haría pasar un rato sensacional durante el resto de la noche.
El nieto yuppie saltó enseguida, miró la caída del putt de la rubia y
finalmente le dijo:
- Mi amor, apunta 10 cm a la derecha del hoyo y pégale firme. Va a
saltar por arriba de aquella lomita y caer justo hacia el hoyo.
El padre, con aires de superado, se arrodillo y calculó la caída
usando su putter como plomada.
- No le hagas caso al chico, querida, apunta 20 cm a la derecha y
pégale no tan firme, así cae solita después de la loma.
El abuelo con la cabeza totalmente cubierta de canas fue caminando
lentamente hacia la pelota de la rubia, la levantó, se la dio y le
dijo:
- ¡ESTÁ DADA PRECIOSA!
La rubia sonrió y le dijo:
- ¿Nos vamos en tu auto o en el mío?
(anónimo)