Ley del hielo
El marido y la mujer no se hablaban desde hace una semana. Entonces el
hombre recordó que al día siguiente por la mañana temprano tenía una
reunión muy importante en su oficina. Como necesitaba levantarse
temprano resolvió pedirle a su mujer que lo despertara. Pero para no
dar su brazo a torcer escribió en un papel:
"Me despiertas a las seis de la mañana".
Al día siguiente cuando se levantó y miró el reloj eran las 9:30. El
hombre tuvo un ataque y pensó: Qué absurdo, que falta de
consideración, ella no me despertó.
En eso miró para la mesa de luz y reparó en un papel en el que estaba
escrito:
"¡Son las seis de la mañana, levántate!"
(anónimo)