Lo malo de darse una manita
Conversación telefónica entre dos mujeres de 40 y pico:
- ¡Hola! Cuéntame, ¿cómo te fue con tu cita de la otra noche?
- ¡Horrible! !No sé qué pasó!
- ¿Por qué? ¿No te dio ni un beso?
- ¡Sí! Me besó tan fuerte y me mordió los labios hasta que pensé que
se me iba a explotar el implante de colágeno. Entonces me acarició
el pelo y se me salieron unas extensiones que tenía.
- ¿No me digas que terminó ahí?
- ¡Nooo! Después me tomó la cara entre sus manos, hasta que le tuve
que pedir que no lo hiciera más, porque me estaba aplastando el
bótox, además que mis pestañas postizas se le quedaron pegadas en la
nariz.
- ¿Y no intentó nada más?
- Sí se puso a acariciarme las piernas y lo frené. porque me acordé
que no había tenido tiempo para depilarme. Al tratar de detenerlo,
se me salieron dos de las uñas postizas. Después le entró un
arrebato de lujuria impresionante y me abrazó tan fuerte que casi se
le quedan mis prótesis de las nalgas en las manos y casi me revienta
los implantes de silicona de mis senos.
- ¿Y después qué pasó?
- ¡Se puso a beber champaña en mi zapato!
- ¡Ay qué romántico!
- ¿Romántico? Por poco se muere.
- ¿Por qué?
- Porque se tragó el corrector del juanete que estaba adentro y casi
se ahoga.
- ¿Y después qué paso?
- ¿Puedes creerme que se fue? ¡Para mí que era maricón!
(anónimo)