El manquito
Un desdichado que no tenía por qué vivir, lo despidieron del trabajo,
su mujer le metió los cuernos, hipotecó su casa y debía cuentas a
morir, se iba suicidar lanzándose de lo alto de un edificio. Estaba ya
a punto de lanzarse cuando observa, entre la multitud que estaba abajo
mirando, a un manco, que había perdido ambos brazos, bailando y
bailando. Entonces el tipo baja del edificio corriendo a buscar al
manco y le dice:
- ¡Manquito! Si no fuera por ti me hubiera lanzado, porque te faltan
los brazos y sin embargo gozas la vida bailando, gracias hermano,
muchas gracias.
Y lo abraza. El manquito lo mira y le dice:
- ¡Suéltame carajo! ¿Quién está bailando, imbécil? Lo que pasa es que
hace rato me quiero rascar el culo y no puedo.
(anónimo)