MARTILLO REGIOMONTANO
Un padre regiomontano le dice a su hijo:
- A ver m'hijo, vaya a decirle al vecino que nos preste el martillo
para clavar un clavo.
El niño va y regresa después de unos minutos:
- Oiga apá, dijo el vecino que no nos puede prestar el martillo,
porque se le gasta.
- ¡A que chigaos!, hay que ver lo tacaños que son algunos ¿eh?. Bah,
anda, saca el nuestro.
(anónimo)