Milagro para el borrachito
El borrachito rezaba ante el altar de la iglesia:
- Diosito santo, mándame por favor mil pesos que necesito mucho.
El señor cura oyó eso desde la sacristía, y compadeciéndose del
borrachín tomó 500 pesos que traía en la bolsa y le dijo:
- El Señor escuchó tus oraciones, hijo, y te mandó esto.
El borrachín ve el billete y luego exclama:
- Gracias, Señor, por atender mi súplica. Pero la próxima vez no me
mandes la lana por medio de este cura. Cobra mucho de comisión.
(anónimo)