Las modelos
Habían proliferado las damas de la noche, y el alcalde ordena que se
hiciera una redada de ellas. Un juez las interroga antes de fijarles
la fianza:
- ¿A qué se dedica usted?
- Me detuvieron indebidamente -responde una-. Soy modelo.
- ¿Y usted?
- También yo soy modelo.
- ¿Y usted?
- Modelo igualmente.
- Y usted ¿a qué se dedica?
- Yo, señor juez, soy p... -y dijo la palabra con todas sus letras-.
Al juzgador le cae en gracia la franqueza de la chica. Le pregunta
entonces el juez:
- ¿Y cómo va el negocio?
- Mal, señor juez -responda ella-. Hay demasiadas modelos haciendo lo
mismo que nosotras.
(anónimo)