Mucho cuete
Un sujeto jactancioso casó con una muchacha ingenua. La noche de las
bodas el novio dejó caer la bata que lo cubría y se mostró al natural
ante su noviecita.
- Mira, amada mía. ¡Cien kilos de pura dinamita!
Al oír aquello la muchacha puso cara de espanto e hizo el intento de
salir corriendo de la habitación. Apenas pudo él detenerla ya en la
puerta.
- ¿Qué haces, prenda mía? ¿Por qué huyes así?, ¿acaso ofendí tu
virginal pudor?
- No. Pero dices que tienes cien kilos de pura dinamita, y al ver esa
mechita tan corta pensé que en cualquier momento podías estallar.
(anónimo)