No se automedique
Un muchacho se gradúa de médico y el padre le regala un auto.
Para estrenarlo se va solo a recorrer el norte del país. Llega a un
pueblito y va a la estación de servicio a cargar combustible.
La estación estaba vacía. Toca corneta y aparece un muchachito que le
informa:
- Señor no lo va a atender nadie, se murió la hija del patrón y están
todos en el velorio.
El muchacho piensa:
- ¿Y ahora qué hago?
Decide irse al velorio.
Se acerca al ataúd y ve algo raro. Llama al padre de la difunta y le
dice:
- Oiga, yo soy médico y esta mujer no está muerta, está en estado
catatónico. ¿Tiene novio la chica?
- Si, dice el padre.
Entonces el doctor dice: "
- Bueno, que lleven el cuerpo a una habitación y que el novio le haga
el amor.
- ¿En serio doctor?
- Sí, llévenla a la habitación y que el novio le dé parejo.
El novio se lleva a la semi muerta, le hace el amor durante una noche
y la joven resucita. La chica volvió en sí muy animada.
Todos festejan, le llenan el tanque de gasolina al auto del doctor y
éste sigue su viaje.
Después de varios días, el médico decide regresar al pueblo a ver cómo
estaba la chica, a saludar a la simpática gente y cargar gasolina.
Va a la estación de servicio, toca corneta y sale el mismo muchachito.
- ¡Doctor, menos mal que volvió, hace una semana se murió Don Zoilo,
ya se lo cogió medio pueblo y todavía no lo pueden resucitar!
Moraleja:
La misma medicina no sirve igual a todos. Y sobre todo... no se
automedique.
(anónimo)