Nueva imagen
Una señora se compró una peluca rubia. Se la puso ahí mismo, en la
tienda, y luciendo un vestido nuevo se presentó en el bar donde su
marido solía tomar la copa. Quería darle la sorpresa. Le preguntó,
coqueta:
- Dígame, señor: ¿me encuentra usted atractiva?
- Ni madres. Te pareces demasiado a mi mujer.
(anónimo)