¿O no ingeniero?
- ¿Amor, a que te olvidaste otra vez?
- ¿De qué, mi vida?
- ¡Hoy cumplimos 5 años de casados!
- Pe... pe... pero, ¿cómo me voy a olvidar de eso?
- Mi vida, quiero que me lleves a cenar, a ver un buen espectáculo y a
bailar.
- ¡Justamente eso era lo que tenía planeado!
- Bueno, quiero que me lleves al Exxxes.
- ¿Queeeeé?, ¿estás loca?, ¡eso es un antro!
- ¡Quiero que me lleves ahí y punto!
Y fueron...
Apenas llegaron, el valet dijo:
- Buenas noches, ¿cómo le va Ingeniero? ¡Qué bueno verlo otra vez!
La mujer saltó sorprendida:
- ¿Qué dice éste? ¿Dijo que qué bueno verte otra vez? ¿Has venido?
- ¿Yo? ¿Pero estás loca? ¿A este pinche antro?. Le dicen a todos lo
mismo. Estos lugares son así.
Llegaron con el portero:
- Ingeniero... ¡Qué gusto!
- Te dijo ingeniero... ¡Te conoce!
- ¿Ehhh?... Y cómo no me va a conocer, si este tipo trabaja en el
edificio de mi oficina. Es el electricista del edificio.
Ya adentro, los recibió el gerente:
- ¡Cómo está ingeniero! ¿La mejor mesa, como siempre, verdad?
- ¿Este cabrón también es electricista en tu oficina? ¡Te voy a matar!
- No... ehh... no, este señor me conoce porque es el que me vendió la
camioneta que te compré.
- ¿Me estás diciendo mentiras verdad...?
En ese momento apareció la vendedora de cigarrillos:
- ¡Mi Reeeeeeeeyy!, ¿Te doy tu Cohiba?
La cigarrera se puso el habano entre los pechos:
-¡Méteme la manita, mi amor, y saca tu habanito!
La esposa estaba a punto de matar a su marido cuando se apagaron las
luces.
El ingeniero y su mujer se sentaron y empezó el espectáculo.
Apareció una mujer super sensacional que empezó a hacer un strip-tease
espeluznante.
Cuando se quedó sólo con la tanguita se acercó a la mesa del ingeniero
y mimosísima preguntó a toda la concurrencia:
- Y ahora, ¿quién me va a quitar la tanguita?
Todos los presentes gritaron a coro:
- ¡Se ve, se siente, el inge con los dientes! ¡Se ve, se siente, el
inge con los dientes!
La esposa no aguantó más. Salió corriendo y se subió a un taxi. El
ingeniero la siguió, y se metió al vehículo. La mujer empezó a
pegarle y trató de arrojarlo fuera.
- ¡Eres el hijo de tu madre más grande de toda la historia...!
Entonces ella se sacó un zapato e histérica comenzó a pegarle en la
cabeza al ingeniero y a gritarle groserías.
El taxista se dio la vuelta y dijo:
- Mire que hemos llevado putas locas, inge... ¡Pero, como esta pinche,
vieja, ¡¡ninguna!!
(anónimo)