Partida de póquer
Llegó un individuo a su casa y sorprendió a su mujer en brazos de
otro. Le dice el follador al coronado esposo:
- Amo a tu mujer y quiero casarme con ella. Hagamos una cosa. Sé que
te gusta el póquer. A mí también me gusta. Juguemos una partida. Si
ganas tú me comprometo a no volverla a ver. Si gano yo le darás el
divorcio para así poder casarnos.
- Está bien. Pero ¿qué te parece si apostamos también un dinerito para
ponerle algo de interés a la partida?
(anónimo)