Peluquero amable
Una pequeñita de cinco años acompaña a su padre a la peluquería para
que éste se haga un corte de cabello.
El peluquero, hombre muy amable, decide dar a la niña una pieza de pan
dulce para hacer más grata la espera.
La niña se sentó a un lado del sillón, precisamente debajo de donde
cortaban el cabello a su padre.
El peluquero voltea a ver a la niña, y le dice:
- ¿Sabes algo, muñeca...? Se te va a llenar de pelos tu bizcocho.
La niña pronta responde:
- Sí, ya me platicó mi mamá... y que también me van a salir chichis.
(anónimo)