El pie y el pene
El pie mira para arriba y ve que el pene lo estaba mirando, entonces
le pregunta:
- ¿Cómo estás?
El pene contesta:
- Como los ajos, siempre colgado cabeza abajo, ¿y a ti cómo te trata?
- Excelente. Fíjate que por las mañanas para que no toque el suelo
frío me pone unas sandalias, se mete a bañar me lava muy bien entre
todos mis deditos, después me seca muy bien, me pone mi talquito,
luego el calcetin y el zapato. Luego nos vamos caminar todo el día y
por la noche; que todo me duele, me mete en agüita caliente, me da
masajito con crema, y me deja descansar durante toda la noche. ¿Y a
ti cómo te trata?
- ¿A ti te hace todo eso? ¡conmigo es un hijo de puta!. Te cuento: Por
las mañanas me toquetea varias veces y me dice: ¡Hey güevón, es para
ya! Luego me mete boca abajo en el calzoncillo y ando con un dolor
de cabeza todo el día. Ah, pero eso sí, por la noche quiere que esté
bien firme, pero lo peor de todo es cada vez que vamos a la cueva,
no sabes como me jode su indecisión.
- ¿Qué cueva?, ¿Qué indecisión?
- Pues que me mete en una cueva, donde apenas quepo, me mete, me saca,
me mete, me saca, me mete...
- ¿Y entonces qué pasa?
- ¿Qué crees que pasa, cabrón? ¡Me mareo, vomito y me desmayo!
(anónimo)