Quince policías
Habla un borracho a la delegación de policía a las tres de la mañana:
- ¿Bueno... la delegación de la policía...?
- Sí, señor, a sus órdenes...
- ¿Me puede mandar quince policías?
- Cómo no, señor, ¿a dónde?
- ¡A chingar a su madre...!
(anónimo)