EL REMEDIO
- Doctor, tengo un problema, soy eyaculador precoz y no disfruto nada
cuando hago el amor con mi mujer. Por supuesto, ella disfruta menos,
claro... ¿Qué hago?
- Bueno, yo tengo una terapia que es infalible. ¿Tiene ud. algún arma?
- Si, tengo un revólver.
- Bueno, agarre y empiece a hacer el amor con tu esposa, cuando sienta
que esta por acabar, dispare dos veces al aire. Así se despejará la
mente, y seguirá haciendo el amor con su esposa, más tranquilo y
durará más con ella.
- Gracias, Doctor, gracias.
Al mes, el doctor se encuentra al eyaculador precoz en un centro
comercial y le pregunta:
- Epa, ¿cómo estás?, ¿cómo te va?, ¿te funcionó la terapia?
- Doctor, ¡me fue terrible!, ¡fatal!
- Pero... ¿cómo?
- Bueno Doctor, le voy a explicar que pasó: esa misma noche llegué a
casa y mi mujer estaba dispuesta. Empezamos haciendo el 69, cuando
sentí que me estaba viniendo, eché los dos tiros al aire. Mi mujer
de la impresión me mordió un huevo, del susto me cagó la cara y para
terminar salió un tipo del armario gritando: ¡¡NO ME MATE, NO ME
MATE!!
(anónimo)