Rescate
El ejecutivo salió de la oficina y su secretaria estaba en la parada
del ómnibus y llovía muchísimo.
Él se paró y preguntó:
- ¿Quiere que la lleve?
- Claro, respondió ella subiendo al auto.
Cuando llegaron al edificio en el que ella vivía, él se detuvo para
que ella bajase y ella lo invitó a entrar.
- ¿Quiere tomar un café, un whisky o alguna otra cosa?
- No, gracias, tengo que ir a casa...
- Si, pero usted fue tan amable conmigo... suba un ratito.
El subió, accediendo al pedido de la chica. Cuando estaban allí, él
tomaba su trago y ella fue para adentro y volvió toda perfumada.
Después de algunas dudas... ¿quién puede resistirse? El ejecutivo
literalmente cayó, y luego haber disfrutado mucho, se quedó dormido.
A las 4:00 de la mañana, se despertó y mirando el reloj con total
preocupación tomó el teléfono, marcó el número de su casa y a los
gritos dijo:
- ¡NO PAGUEN EL RESCATE! ¡CONSEGUÍ FUGARME!
(anónimo)