Sacerdote reconocido
Un sacerdote católico, un pastor protestante, y un rabino Cogan eran
buenos amigos entre sí. Un día fueron de pesca. Cuando llegaron al río
las aguas estaban tan invitadoras que decidieron darse un chapuzón.
Salieron después de un rato de disfrutar el baño. Cuando iban por sus
ropas apareció de pronto un grupo de muchachas que paseaban por la
ribera. Sin vacilar, el pastor y el rabino se cubrieron con las manos
sus partes de varón. El sacerdote, en cambio, usó las manos para
taparse el rostro. Pasado aquel premioso trance el pastor y el rabino
le preguntaron al sacerdote por qué en vez de ocultar sus partes
pudendas se había tapado el rostro. Explicó el interpelado: "No sé a
ustedes, pero a mí mis feligresas me reconocen por la cara."
(anónimo)