Sandalias mágicas
Un viajero de edad madura fue con su esposa a una ciudad de oriente. En
el bazar un vendedor le ofreció un par de sandalias
- Son mágicas -le dice envoz baja-. Si se las bone usted cobrará un
vigor sexual mayor que el de la juventud.
El hombre pagó elprecio que le pedía el mercader, y ahí mismo se puso
las sandalias. El efecto fue asombroso: el hombre quedó poseído de
inmediato por un vigor sensual extraordinario. Lleno de urentes ansias
buscó satisfacción a su lúbrico deseo, pero en vez de ir hacia su
esposa se lanzó sobre el espantado mercader. Grita éste con angustia
al tiempo que luchaba por librarse del lujurioso abrazo:
- ¡Se buso las sandalias al revés!, ¡se buso las sandalias al revés!
(anónimo)