Sermón aplicado
Cómo ven lo que me pasó, y mi vieja se encabronó.
Llegué de misa y me dirigí a mi esposa con una sonrisa, la abracé, la
cargué y bailé con ella en el aire. Ella, en extremo llena de
felicidad, me preguntó:
- ¿Y qué fue el sermón del padre Merino hoy? ¿Acaso que los esposos
deberían ser más cariñosos con sus esposas, o que el amor triunfa
sobre todas las cosas...?
Y yo le contesté:
- No... dijo que debemos cargar nuestra cruz con júbilo y alegría.
(anónimo)