Sexo pervertido
Estaba él en la cantina tomando sin parar, cuando una mujer se le
acerca y le hace conversación:
- ¿Qué estas intentando olvidar? -le pregunta ella-.
- Bueno, me acabo de divorciar. Mi mujer me dejó porque me gusta el
sexo pervertido.
- Qué coincidencia, mi esposo también me dejó porque me gusta el sexo
pervertido. Por cierto, mi departamento está a tres cuadras, ¿qué te
parece si vamos y nos divertimos un poco?
Llegan al departamento y ella dice que vuelve en diez minutos porque
va a ponerse algo más confortable. Pasan los diez minutos y sale de su
recámara vestida con calzones de vinilo negros, botas negras de cuero,
brasier con los pezones de fuera, collar de picos y un látigo de
siete colas.
Él le dice:
- Yo también necesito diez minutos.
- ¿Vas a ponerte algo más confortable?
Y él le contesta:
- No, es que mientras te cambiabas me cogí a tu perro.
(anónimo)