Sin vicios
El pordiosero se acerca en la calle al señor y le dice con lastimera
voz:
- Señor, hágame la caridad de darme algo de dinero.
- No le doy nada. Seguramente quiere usted el dinero para irse a
emborrachar.
- Jamás he probado una gota.
- Entonces lo quiere para comprar cigarros.
- Nunca he fumado.
- Ya sé. Quiere el dinero para apostarlo a las cartas.
- Ni siquiera sé jugar.
- Entonces, quiere ese dinero para ir con mujeres.
- Nunca he tratado a ninguna.
Tras oír aquello le dice el señor:
- Venga conmigo. Le voy a dar 50 pesos, pero antes lo voy a llevar con
mi mujer. Quiero que vea los abismos en que se despeña un hombre que
no tiene vicios.
(anónimo)