SORDITOS
Dos sordos se casan. Durante la primera semana de matrimonio,
encuentran que les es muy difícil comunicarse uno con otro cuando ya
apagaron las luces pues no pueden verse mientras hacen el lenguaje de
señas. Después de varias noches de malentendidos, a la esposa se le
ocurre una solución. Con señas le dice: "Mi amor, ¿por qué no nos
ponemos de acuerdo en hacer señas simples? Por ejemplo, si quieres
hacer el amor, acércate y apriétame el pecho derecho y si no quieres,
entonces te acercas y me aprietas el pecho izquierdo". El esposo
piensa y le contesta a señas: "Buena idea. Ahora, si tú quieres hacer
el amor, acércate y jálame el pene una vez; y si no quieres hacer el
amor conmigo, jálame el pene unas trecientas veces..."
(anónimo)