TORNILLOS SUELTOS
De regreso a su casa, un señor poncha una llanta del auto, se detiene
y baja. Saca los tornillos de la rueda y los deja en la calle, cuando
va a buscar la llanta de repuesto pasa un auto y le tira los tornillos
en la alcantarilla.
El tipo piensa unos minutos cómo salir del problema y en eso, un loco
que estaba asomado por la ventana de un manicomio le dice:
- ¿Por qué no le saca un tornillo a cada rueda y le pone tres
tornillos a cada rueda?
El tipo queda asombrado por la idea del loco. Y le pregunta:
- Óigame, ¿por qué está usted entoces encerrado allí?
- Yo estoy por loco, no por pendejo...
(anónimo)