ULTIMÁDAMENTE
Pepito llega con la cara llena de rasguños, su mamá le dice:
- ¡Pero Pepito! ¿por qué andas tan arañado?
- Es que estaba jugando futbol en la escuela. Me gritaron que no fue
gol y me agarré a golpes.
- Pepito los domingos no hay escuela...
- Ah, verdad. Entonces es que estaba en la tienda de don Chon y de
repente pasó una niña muy bonita, le levanté el vestido y me arañó.
- Mmmmm... Pepito los domingos no abre don Chon tampoco...
- ¡Como una chingada! ¡ultimádamente el gato es mío y me lo cojo
cuando me dé la gana!
(anónimo)