Vendedor norteño
Un norteño de nombre Hilario decide buscar trabajo en una tienda
departamental en un centro comercial de Monterrey. Se entrevista con
el gerente de recursos humanos y este le pregunta: "¿Tienes alguna
experiencia en ventas?" A lo que Hilario responde: "Si, jale un tiempo
en La Pulga Mitra vendíendo ropa." Al gerente le cayo en gracia el
norteño y lo contrata: "Empiezas mañana. A la hora del cierre te vengo
a ver para saber como te fue."
El primer día de trabajo fue duro, pero Hilario sale airoso. Al
finalizar el día, el gerente baja y le pregunta: "¿Cuántas ventas
hiciste hoy?" Hilario responde: "Una solita patrón." "¿Una sola?", le
dice el gerente medio enojado, "Nuestro personal hace en promedio
treinta ventas al día. A ver dime ¿de cuánto fue la venta?" "De un
millón de pesos," le dice Hilario. "¿Cómo? ¡Un millón!, pero ¿qué le
vendíste?" "Primero le vendí un anzuelo pequeño. Después le vendí un
anzuelo mediano. Después uno grande. Después le vendí una caña de
pescar nueva y un carrete especial. Después le pregunte a dónde iba a
ir a pescar y me dijo que a La Pesca, Tamaulipas. Así es que le dije
que iba a necesitar un bote, y lo lleve a la sección de botes y le
vendí uno con motor doble, fuera de borda, con doble vivero con
aireadores, sonar, radio de frecuencia civil, radio con CD, doble
hielera y demás. Después me dijo que su Nissan Sentra no iba a poder
con el bote, así es que lo llevé a la sección de autos y le vendí una
Explorer 4x4."
El jefe visiblemente impresionado por las aptitudes del norteño le
pregunta: "¿Así que un pescador novato vino aca a comprar un anzuelo y
tú le vendiste un bote y una 4X4?" A lo que Hilario le responde: "No
patrón. La verdad es que el pelao vino a comprar unos Tampax pa'su
mujer y le dije: 'Compadre, ya que no vas a coger el fin de semana...
¿por qué no te vas a pescar?'"
(anónimo)