¿Y las flores?
A altas horas de la noche, llega el marido borrachísimo y grita:
- ¡Vieja! ¡Ábreme!
Y contesta la señora:
- No, ¡pinche borracho!
- ¡Ándale, vieja! ¡Traigo flores para la mujer más linda y bella del
mundo!
La señora se enternece, baja, abre, y le dice:
- ¿Y las flores?
- ¿Y la mujer más bella del mundo?
(anónimo)